Los family offices son entes o plataformas de inversión dedicadas a la gestión de grandes patrimonios en su conjunto: inversiones financieras, inmobiliarias, empresariales, de sucesión, etcétera.
En palabras de Ivan Langsberg, autor del libro Succeeding Generations: “el Family Office es una unidad operativa independiente que, dentro de los instrumentos para gestionar la relación entre familia y negocio, permite a la familia invertir su riqueza como una sola unidad, a la vez que aumentar su poder de adquisición y optimizar los costes de la gestión financiera desde una óptica de planificación centralizada”.
Origen de los family offices
Estas plataformas de inversión surgen con un objetivo claro, el de establecer una gestión profesional del patrimonio para preservar éste de generación en generación. Para ello, se agrupan los activos patrimoniales en una sola unidad global, con la consiguiente mejora en cuanto a beneficios de escala y en eficiencia operacional.
Principales funciones
Los family office asumen, por definición, las siguientes funciones:
- Integradora, al coordinar los servicios financieros y personales de los distintos miembros de la familia.
- Educadora, al aportar formación financiera a la familia en cuestión.
- Coordinadora de transiciones, al prever y preparar a la familia en cuestiones económicas de los sucesos propios de la vida: fallecimientos, matrimonios, divorcios, venta de empresas, etcétera.
- Previsora, al proteger los activos y el patrimonio familiar en general.