En Europa pensamos que podemos seguir flotando plácidamente como un gran mamífero marino en su apacible hábitat sin que nada (ni nadie) interrumpa ese estado de ensoñación extática. Todavía no nos hemos enterado de que, en realidad, estamos en una trinchera del Somme y que los cartuchos se acaban.

Sé. Puede que los datos estén brotando recientemente pero creo que a estas alturas todos sabemos ya que debemos dejarnos de operaciones cosméticas y emplearnos a fondo en darle un lavado de cara a nuestras economías si queremos tener alguna posibilidad de competir en un mundo de una crudeza tan compacta que, echando un simple vistazo, te puede dejar aterido de frío.

Francia ha tirado de “decreto” para impulsar una serie de medidas con las que dar la vuelta a la situación de estancamiento. ¿Quieren reírse? Las tiendas podrán abrir 12 domingos en vez de 5.  La  protegida profesión de notarios se abrirá. Los procesos de arbitraje laboral serán liberalizados, y se crea una nueva ley que permitirá cambiar la regulación laboral (aunque hoy, nada de nada).

Díganme ahora ustedes, ¿de qué manera estas medidas pretenden resolver los problemas de oferta (empresarial) anómala e ineficaz en Francia? ¡De ninguna! ¡Es pura cosmética! (Y algunos acusan a Hollande de girar al centro. Irónico, ¿verdad?)

Vayamos a otro punto del mapa Europeo. Grecia dice que alcanzó un acuerdo con sus socios para extender el programa de asistencia durante cuatro meses. Aquí tengo varias observaciones.

Primero. ¿No era el nuevo gobierno de Syriza que, desde el primer día, dijo no aceptan una extensión del rescate? Pues dos platos.

Segundo. ¿Realmente tenemos un acuerdo? ¿De qué? ¡Por favor! Con una corrida bancaria de €1bn por día, Grecia tuvo que acceder el viernes a las demandas de Bruselas para extender el apoyo de liquidez (y así evitar el colapso bancario de hoy lunes. Ya saben como va esto).

Tercero. Lo que tenemos, a cambio de extender el apoyo financiero, es un fin de semana de deberes para el nuevo gobierno de Tsipras. Deberes que deben estar sobre la mesa del profesor hoy lunes. ¿Qué cuáles son estos deberes? Una lista de reformas (¡ojo! sobre la base de las condiciones fijadas en el programa actual. Una manera eufemística de decir que sigas aplicando la misma austeridad. Dichas reformas serán validadas por la Troika y por los 19 socios (por supuesto, sujetas a revisión).

No digo que esté mal. Sencillamente que estamos donde estábamos (y eso es muy difícil de vender a los votantes de Syriza), lo que muy probablemente genere nuevas fricciones, y entonces… Volvemos a empezar).

Pero prescindamos de todo este asunto de las negociaciones (que no me interesan en absoluto). Lo que me está llegando es que en la propuesta (deberes) que Grecia estaría haciendo llegar ya a Bruselas, los esfuerzos (reformas) del nuevo gobierno de Tsipras se centran en dos ejes: Lucha contra la evasión fiscal y anti-contrabando; y una mayor eficiencia de la administración pública. ¡¡¡Bravo!!!

Les pregunto de nuevo (como lo hice antes en el caso de Francia). ¿De qué manera estas medidas pretenden resolver los problemas de oferta (empresarial) anómala e ineficaz en Grecia? ¡De ninguna! ¡Es pura cosmética!

Nadie en la Eurozona parece estar dispuesto a afrontar una operación de lavado a fondo de nuestra estructura productiva. Seguimos enfrascados en operaciones de demanda (cuando ésta se muestra exhausta). Sigamos pues, flotando como mamíferos marinos.

Disfruten de los brotes verdes en Europa porque, con cosmética, sólo serán eso. Brotes.

¿Derivadas de esto? Brotes breves y presencia prolongada de los Bancos centrales.

Todo ello debiera ayudarnos a calibrar nuestro posicionamiento de largo plazo. Eso sí, de momento, disfruten de la fiesta del dinero… Mientras dure.

Álex Fusté

Economista jefe de Andbank

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