En primer lugar debo decir que yo no me postulo como jefe de estado ni líder político, con lo que no soy yo, en principio, a quien se deban exigir propuestas. Para ello están sus líderes. Pero les diré lo que pienso sobre de qué manera resolver los problemas de oferta (empresarial) en Europa:
¿Qué haría usted o que debieran hacer los dirigentes políticos? Se trata precisamente de lo contrario. ¿Qué no deben hacer? Y la respuesta es muy simple. El estado (y las instituciones, con sus dirigentes) deben tener una presencia menor en el desarrollo de la actividad. El principio es simple. A más estado, más recursos para mantenerlo. Los recursos salen del sector privado, con lo que eso equivale a decir que a más estado menos sector privado. Ya lo dijo Frederic Bastiat, «el libre mercado es fuente de crecimiento y armonía siempre que el estado se limita estrictamente a lo que debe»(proteger las vidas, los derechos, las libertades y la propiedad).
Desde un punto de vista fiscal, una vez cubiertos estos aspectos sociales, el tamaño del presupuesto debe ser mínimo. Ni un euro más de lo estrictamente necesario debe pasar por manos del estado. Creo que todos estamos de acuerdo sí decimos que eso no pasa. (El tamaño de los presupuestos es casi del 50% del PIB. Un sinsentido).
Desde un punto de vista monetario, por favor, que gran ilusión (de ilusos) es pensar que las autoridades deben encargarse de fijar el precio del dinero (tipos de interés). La propia economía real ya se encarga eficientemente de eso. Bajar los tipos en exceso es subsidiar al endeudado, y por lo tanto fiscalizar al ahorrador. En cierta manera, como el endeudado es el estado, sería transferir riqueza del sector privado al sector público. Ya sabrán que el multiplicador del dinero del sector privado es genuinamente mayor al del sector público. Un horror.
En segundo lugar, si hay algo realmente productivo que un estado (como institución) podría hacer, sería mirar si el nivel de esfuerzo empresarial en la cadena productiva (diseño, ingeniería, adquisición de materia prima y manipulación de la misma, producción, comercialización y venta) está equilibrado a lo largo del proceso.
Por ejemplo, en España hay mucho de servicios (fase final de la cadena) y bastante de producción (fase intermedia). Nada o casi nada de diseño de soluciones (y poco en ingeniería), soluciones entendidas como productos que realmente facilitan nuestras vidas. Acaso hemos diseñado Ipads, Iphones o el concepto iCloud? O motores híbridos? O impresoras 3D? O en su día ¿concebimos la idea del avión? ¿El coche? ¿La red de agua corriente? ¿La generalización de la electricidad, la mecanización agrícola, la radio, los aires acondicionados? … Todas ellas, grandes soluciones que hicieron y hacen nuestras vidas más fáciles (y por lo tanto, imprescindibles a día de hoy).
No digo con ello que no haya habido grandes inventores/investigadores españoles con vocación mercantilista. Los ha habido, pero pocos, y los pocos que han habido, han patentado fuera del país en su mayoría (Verea y su Direct multiplier en IBM, Monico Sánchez y sus Rayos X portátiles en Nueva York, o incluso el traje espacial de Emilio Herrera en Francia).
¿Qué solución planteo? Primero, los investigadores no deben pagan impuestos pues todos sus recursos son pocos. Segundo, si no los tenemos organizados a nivel empresarial, el estado puede formar empresas de investigación como lo está haciendo Japón con sus plantas de fabricación masiva de células con información y ordenación genética para su aplicabilidad en el campo de la regeneración (en donde Japón es líder absoluto). Sólo ahí justificaría una presencia estatal. En definitiva, a nuestros investigadores (o a los que podamos traer) todas las facilidades posibles. Claro que, esos recursos deben salir de otro sitio. Probablemente del exceso de sobrecoste del estado. Y en su defecto, de gastos más sociales. Si. Lo que nos hace falta es un político que se haga el harakiri. ¿Lo tenemos?
¿En el caso de España? También han sido cosméticas en su mayoría. ¿Acaso diseñamos Ipads? ¿No verdad? Pues cuando diseñemos soluciones globales que sean necesarias en todo el mundo, hablaremos.
No me malinterpreten. Hay buenas empresas en España. Yo conozco muchas. Empresas punteras en piezas mecanizadas. Empresas punteras en sistemas electrónicos no estándares. Empresas punteras en acabados de prendas (tinturas, etiquetados, etc), incluso tenemos una empresa que tiene el 75% de la cuota de mercado mundial de fabricación de piezas de plástico magnéticas para puertas de frigoríficos. Eso está muy bien. Si no fuera por ellas no sé dónde estaríamos. Y todas ellas hace I+D+i pero aun así a nivel agregado, no es suficiente. Es poco.
Necesitamos grandes diseñadores de grandes soluciones. ¿Un Apple? Por supuesto. ¿Por qué no fomentar un Sillicon Valley? Sólo hay que enviar las señales correctas al mercado. Muchas veces, las señales son en forma de facilidades. Seguridad jurídica, política, y sin dolores de cabezas fiscales. Nada más. Sin intromisión estatal. Ni lobbies institucionalizados con cobertura estatal. ¿Falta de derechos? No lo creo. El capital es un recurso escaso, y por lo tanto, invierte de forma inteligente. Ergo, paga lo que tiene que pagar (a sus trabajadores). En este caso, estoy hablando de investigadores y desarrolladores.
Si el estado quiere hacer algo (recuerden que soy partidario de que haga o entorpezca lo mínimo. Sólo así las iniciativas tienen más posibilidades), podría facilitar el re-ordenamiento de la estructura dentro de la línea del capital (léase, las 5 fases de la cadena de producción). En nuestro caso, más presencia o esfuerzo empresarial en diseño de soluciones. Menos servicios. ¡Pongan remedio!
En España queda Todo por hacer si queremos dejar de ser un país que busca beneficiarse del ciclo de otros. Si queremos ser país que genera ciclos globales, debemos transferir esfuerzo empresarial a las primeras fases de la cadena de producción. ¿Cómo? Pues ya lo he dicho.
(1) Menos estado. Eso dejara más recursos en el sector privado.
(2) Facilitar el desarrollo de mercados de financiación a modo de mercado de bonos HY de los 80 en USA -algo que cambió la forma de financiarse a las empresas-.
(3) Obligar al estado a pasar de la economía de lo social (que da muchos réditos políticos) a la economía de la inversión productiva (lo siento).
(4) Una vez llevemos muchos años insistiendo en las fases del diseño de soluciones (investigación), ocurrirá lo que tiene que ocurrir. Un descubrimiento. Una solución innovadora, etc. Incluso a veces por casualidad (como ha ocurrido en la mayoría de los grandes descubrimientos). Es la relación natural causa efecto.
Sin todo esto, nunca va a haber un «lavado de cara» de la estructura productiva de España, y seguiremos siendo siempre un país que entrará en crisis cuando los vecinos entren. Podremos ser muy buenos en prognosis pero, sin autonomía ni línea de defensa económica. Si las cosas siguen siendo como eran (en términos de tejido y presencia en cada fase de la línea del capital), preveo que esta recuperación será temporal, y probablemente efímera.
Álex Fusté
Economista jefe de Andbank