Hoy 5 de octubre se celebra por primera vez en España el Día de la Educación Financiera, liderado por el Banco de España y la Comisión Nacional del Mercado de Valores. En el acto de celebración de esta jornada, el Gobernador del banco central, Luis María Linde, ha asegurado que mejorar nuestra educación financiera «es un reto de primera magnitud», mientras Lourdes Centeno, vicepresidenta de la CNMV, advertía de que «la educación financiera debe ser complementaria a la regulación».
Aprovechando la celebración de este día, hemos querido preguntar a nuestros expertos cómo lo perciben ellos. Para Juan Luis García Alejo, director de Análisis, Mesa y Producto de Andbank, «Cultura financiera es algo obligatorio. El mundo es financiero en todo lo que nos rodea, no tener un conocimiento mínimo es imprudente y, sobre todo, puede llevar a tener consecuencias directas sobre tu calidad y estilo de vida. Una buena cultura financiera te permite hacer una gestión más eficiente de los recursos de que dispongas». Fernando Hernández, analista de Andbank, ofrece su visión sobre el concepto: «Cultura financiera es entender la curva de ingresos que se produce a lo largo de la vida. Contraponerla a la necesidad de gasto en cada momento de la misma y comprender que se debe rellenar ese hueco. Con esto ya tenemos un punto de partida fundamental. La otra parte consiste en entender como se debe ahorrar para cuando el hueco es negativo, para lo cual ciertas nociones de lo que son los tipos de interés y de lo que pueden generar los distintos activos. Esto es un buen complemento que ayuda a evitar engaños y sobre expectativas».
Ambos expertos coinciden en la importancia de formar a los ciudadanos desde edades tempranas para evitar riesgos. García Alejo destaca: «El momento en el que te inicias en la cultura financiera es tardío.
Este año en la Comunidad de Madrid se ha introducido para ciclos medios de enseñanza la robótica y programación. Absolutamente, un acierto. Hay que formar a las futuras generaciones no sólo en lo que venían aprendiendo, sino en aquello que les haga útiles para la sociedad del siglo XXI. Si esto es así, ¿Cómo es posible que no haya una asignatura, un tiempo, que de forma muy específica y detallada empieza a hablar a nuestros jóvenes de lo que es el PIB, el IPC o cómo funciona un fondo de inversión o una hipoteca? Es un must. Especialmente cuando ves que ciertas entidades aún siguen ofreciendo un primer crédito gratis (¡el segundo tienen una TAE del 1.270%!). El interés personal se puede crear. Pero debemos tener un motor institucional, que piense en el largo plazo para que lo financiero sea tan relevante como el ciclo de Krebs (¿recuerda usted qué era el ciclo de Krebs?).
Fernando Hernández considera que hemos avanzado estos últimos años en la educación financiera de los ciudadanos, pero aún quedan muchos retos por delante: «La regulación ha mejorado en el sentido de proteger en mayor medida al inversor. Sin embargo no tengo tan claro que se haya entendido que es este, en última instancia, el que debe ser formado para que se enfrente en igualdad de condiciones a las entidades financieras. Una mejor comprensión de lo que supone ahorrar (me gusta más invertir, aunque se suele ver de forma peyorativa) mejoraría las relaciones y la imagen del propio sector financiero».
En cuanto a lo que pueden hacer los expertos del sector para contribuir a mejorar la cultura financiera, Hernández lo tiene claro:» Siendo claros. Obviando lo superfluo y centrándonos en lo que la gente es capaz de entender. Pocas frases y claras, debería ser nuestro mantra».