Hace mucho tiempo, en la universidad, estudiábamos temas como los tipos de interés. Nos preguntábamos por qué cuando pides un préstamo tienes que pagar un tipos de interés. O visto desde el otro lado, ¿por qué cuando prestas, exiges cobrar un tipo de interés? Erróneamente la gente responde que es para compensar por el riesgo de quiebra. Es falso. Eso explica la diferencia entre un tipo de interés más alto y uno más bajo, ya que incluso en un préstamo con riesgo cero (colateralizado o garantizado) hay que pagar un tipo de interés.
La pregunta, pues, sigue en el aire. ¿Por qué hay un tipo de interés en un préstamo? La respuesta es para compensar por la incertidumbre futura. Convendrán conmigo al aceptar que el futuro es más incierto que el presente. De esta manera, cuanto mayor sea el tipo de interés (para un riesgo y tiempo dados) mayor incentivo tendré yo a prestar.
Mi préstamo es inversión de quien toma el dinero, y con el préstamo estoy desplazando en el tiempo mi decisión de consumir. Ahora bien, si los tipos de interés son cero, no tengo ningún incentivo a prestar, y lo que hago es adelantar mi decisión de consumo a hoy. Esa es la lógica Keynesiana. Los proponentes de esta doctrina defienden tipos cero para acelerar hoy el consumo, y con ello, la actividad. Tanto es así que nuestro querido presidente del BCE ha llevado los tipos más allá de la barrera del 0% y los ha situado en territorio negativo. Los tipos depo del BCE están en negativo, en el Riskbank están en el -0.35%, y en el NSB en el -0.75%. ¿Consecuencia de todo esto? Hay ya 7 países cuyos bonos a dos años pagan una TIR (rentabilidad) negativa. Es decir, si un ahorrador compra estos bonos (les presta su dinero a estos gobiernos y a sus empresas), recibirá un interés negativo. Perderá dinero. Por ello no presto. ¿Dónde queda entonces la inversión? Visto desde el otro lado, estos gobiernos ganaran dinero por endeudarse. (Atiendan a lo que les acabo de decir. El súmmum del despropósito).
Pero no nos perdamos en evidencias. La pregunta que quiero lanzarles es simple y compleja a la vez. ¿Qué implica unos tipos de interés negativos? Pues siguiendo nuestra lógica, y según uno de mis mentores, si los tipos de interés positivos han estado ahí siempre para compensar por la incertidumbre del futuro, unos tipos de interés negativos me están diciendo que el futuro es más cierto que el presente, lo que no deja de ser una memez de dimensiones esféricas. Eso es lo que yo llamo una ocurrencia política, al tiempo que una idiotez económica. Como soy de los que piensan que de los principios sanos salen cosas sanas, debo pensar que de las memeces no puede salir nada bueno. Por lo tanto, a la pregunta de si el QE es bueno, debo responder rotundamente que NO.
Alex Fusté, Economista Jefe de Andbank