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Arrancamos un mes de junio marcado por las nuevas elecciones en España, que se celebrarán el 26 de junio, tras el referéndum sobre la salida o permanencia del Reino Unido en la Unión Europea (Brexit). Los últimos sondeos sobre intención de voto apuntan a un Parlamento sin mayoría absoluta, pero ciertos cambios entre los partidos de izquierdas podrían revelarse relevantes. El escenario más probable sería una coalición bipartita que condujese a la formación de un gobierno débil, lo que sin duda es mala noticia, ya que augura una eventual prolongación de la inestabilidad. A nivel europeo, el Banco Central Europeo (el «BCE») comunicó en su última reunión más detalles sobre el programa de compra de deuda corporativa: sectores elegibles, vencimientos, límites por valor/emisión (ISIN), etc. El escenario europeo se mantiene relativamente benigno para la deuda pública (periférica) y la deuda de empresas.
Mientras, en Estados Unidos, algunos analistas están prudentes sobre la economía del país. Hacemos notar que el ritmo de recuperación económica sigue sin ganar impulso alguno, algo que puede contener a la Reserva Federal estadounidense (la «Fed») por el momento. Nos sorprendería que la Fed pospusiese la próxima subida de tipos de interés a septiembre, aunque nuestro escenario base sigue contemplando dos subidas de tipos en 2016.
Por su parte, China reafirma su enfoque de política económica, basado en una política fiscal proactiva y una política monetaria prudente, al tiempo que refuerza la aplicación de reformas por el lado de la oferta. La Academia China de Ciencias Sociales prevé que la economía crecerá entre el 6,6% y el 6,8% en 2016 y en la India, el gobierno de Modi otorga máxima prioridad a la mejora de las infraestructuras de transporte (un primer paso necesario para facilitar el auge de la producción industrial). Una de las principales razones de la insuficiente inversión ha sido la falta de voluntad e incapacidad de los bancos para prestar, una circunstancia que se está solucionando con las medidas de reforma del sector financiero recientemente aprobadas.
Los miembros de la junta de gobernadores del Banco de Japón (el «BoJ») difieren sobre la pertinencia de la política de tipos de interés negativos («NIRP»). Algunos de ellos achacan al NIRP la situación de ansiedad en la banca, incomprensión en el público y exacerbada inestabilidad en el mercado. Los resultados del ejercicio económico de los principales bancos japoneses se sitúan en sus mínimos de los últimos cuatro años (-6,9% interanual). En Latinoamérica, el Senado brasileño aprobó, con 55 votos a favor y 22 en contra, someter a juicio político a la presidenta Rousseff. Es probable que el nuevo gobierno, presidido por el vicepresidente Michel Temer, propugne políticas más orientadas al mercado. Los principales elementos del plan de Temer parecen confeccionados a la medida de los inversores, algo que, en principio, debería considerarse favorable para los activos brasileños. En México, los bajos precios del petróleo han perjudicado severamente a la petrolera estatal de México (Pemex), hasta el punto de que el gobierno mexicano acabó prestándole apoyo financiero. Si bien el rescate de Pemex no aborda sus problemas fundamentales, el paquete de ayuda debería contribuir a aliviar sus limitaciones financieras en el corto plazo. Y en Argentina, tras la euforia inicial toca ahora hacer frente a los efectos de las necesarias medidas de ajuste. La actividad económica sigue dando muestras de contracción, debido sobre todo a las medidas adoptadas por el gobierno para reducir los desequilibrios heredados de administraciones anteriores.