A diferencia de lo ocurrido en la votación sobre el Brexit o en las elecciones americanas, en este caso los sondeos sí acertaron. Primera ronda de las elecciones francesas que cumple así con lo esperado, con victoria para Macron (23,9% de los votos)que pasaría junto a Le Pen (con el 21,4% de los mismos) a segunda ronda. Casi empatados en tercera y cuarta posición, en los entornos del 19%, el candidato conservador Fillon y el de la ultraizquierda Mélenchon, con un partido socialista liderado por
Hamon muy castigado con poco más de un 6% de los votos.
Los mercados financieros han cotizado con alivio este resultado, particularmente en los activos que habían puesto en precio una mayor probabilidad del escenario más desfavorable (segunda ronda protagonizada por Le Pen-Mélenchon). Abrimos así con subidas importantes del CAC y de los bancos y ventas del bono alemán y compras del francés y periféricos. Vista puesta ahora en la segunda ronda, el 7 de mayo. Para esa fecha los sondeos actuales vaticinan la victoria de Macron, por un 62-68% de los votos, frente al 32-38% que lograría Le Pen. Tanto Fillon como Hamon ya han manifestado su apoyo a la candidatura de Macron que cuenta además con el respaldo de otros nombres destacados de la política francesa. Resta por ver aquién recomendará votar Mélenchon que consultará a sus bases previamente. De confirmarse nuevamente las encuestas, nos encontraríamos con un escenario positivo para los mercados financieros que prefieren a un Presidente ligeramente reformista y que no cuestione la continuidad de Francia en la Unión Europea.
De aquí al 7 de mayo, no todo será Francia. Estaremos también pendientes de las próximas novedades sobre la reforma fiscal que Trump podría anunciar en los próximos días, así como de la temporada de presentación de resultados empresariales recién iniciada. Los mensajes en este momento son de tranquilidad. Hemos eliminado uno de los eventos de riesgo político marcados para este año, lo que permite seguir fijándose en los buenos fundamentales macro. “El sabor de las carteras” sigue siendo el de comienzos de año, con preferencia de la renta variable europea frente a la americana, con elevada exposición a bancos y también a valores domésticos en Europa, beneficiarios de la potencial sorpresa económica en crecimiento (p.e.: sector industrial). Además, seguimos recomendando no tener exposición a largos plazos gubernamentales en carteras, ya que aunque la inversión temática sobre la “vuelta de la inflación” parece haber perdido algo de momento, creemos que lo recuperaría parcialmente durante el segundo semestre de 2017. No vemos exceso de optimismo en los mercados de renta variable en este punto, y sí margen para un creciente apoyo desde flujos compradores hacia la renta variable europea.
Los inversores más conservadores llevan una rentabilidad acumulada interesante en el año que compensa proteger. En los de perfiles más arriesgados pueden aparecer más oportunidades en renta variable o en divisas. Así, aprovechando el fortalecimiento
del euro tras un resultado de la primera ronda de las elecciones francesas “tranquilizador”, volveríamos a insistir en tomar posiciones de corto plazo en dólar dentro del rango 1,05-1,1.Este resultado de la primera ronda de las elecciones francesas actúa como catalizador inmediato y relevante, aunque no cierra las citas electorales en Europa, con Reino Unido el 8 de junio y las elecciones parlamentarias en Francia el 11 y 18 de junio.