Grandes compañías como Repsol y Endesa, pertenecientes al sector energético, uno de los más contaminantes, han mostrado estos días su compromiso con la descarbonización y la lucha contra el cambio climático, orientando su estrategia a estos logros. Al presentar sus resultados, han aprovechado para adelantar las líneas maestras de su estrategia futura, marcada por un compromiso específico con la sostenibilidad. Este posicionamiento estratégico, unido a los niveles de cotización, nos lleva a considerarlas como opciones para incluir en cartera.
Entre los anuncios más destacados, Repsol se ha fijado el objetivo de alcanzar cero emisiones netas en el año 2050. Es la primera de su sector en fijar esta ambiciosa meta. La aplicación de este compromiso conlleva una corrección del valor contable, con un impacto de unos 4.800 millones de euros, lo que reducirá el resultado de 2019, pero no afectará ni a la generación de caja ni a la retribución a los accionistas. Este nuevo y más exigente escenario servirá de base para el Plan Estratégico 2021-2025, que se presentará en la primera mitad de 2020. Una previsible debilidad de la cotización nos dejaría un buen momento de elevar peso en una de nuestras petroleras favoritas desde todos los ángulos, junto a la finlandesa Neste Oil.
En el área de upstream (exploración y producción) se priorizará la generación de valor y de caja sobre el aumento de la producción. En las operaciones industriales, se mantendrá la actual posición de liderazgo en rentabilidad del refino y se sumarán objetivos de descarbonización más exigentes, junto con un aumento de la producción de biocombustibles y productos químicos de baja huella de carbono. Para reforzar el compromiso de la organización con estas metas, Repsol vinculará al menos el 40% de la retribución variable a largo plazo de sus directivos y líderes, incluidos el consejero delegado y los miembros de la alta dirección, a objetivos que dirijan a la compañía a cumplir con el Acuerdo de París y, por tanto, a su progresiva descarbonización.
Por su parte, Endesa anunciaba una rebaja en 2022 del pay out, la parte del beneficio que se destina a la retribución al accionista. La eléctrica reduce la distribución de dividendos para crecer más. Los cambios más importantes anunciados en el nuevo plan estratégico son los referidos al capex, muy centrado en renovables, lo que acelerará los procesos de descarbonización.