El 17-18 de julio será fecha clave para el futuro del Fondo de Recuperación Europeo y, mientras tanto, es tiempo de negociación para lograr la necesaria unanimidad. Todo apunta a  un posible acuerdo, ya en el segundo semestre, con la Presidencia alemana de laUnión Europea y la vuelta a las reuniones presenciales, cara a cara, entre los dirigentes europeos.

Nuestro escenario central es el de un acuerdo, más que probablemente diferente de la propuesta de la Comisión Europea, bien en términos de condicionalidad/reparto (con criterios más exigentes), de importe (más bajo, ¿600.000 mill. de € en lugar de los 750.000 sugeridos) o en la distribución de ayudas directas y préstamos (¿al 50% en lugar del 70-30% aproximado), pero con el espíritu ambicioso e integrador intacto.


Recordamos cómo el grueso del Fondo estará destinado a la transición verde y digital, con elementos de solidaridad que se han incrementado frente al Green Deal pre-COVID (aumento de la dotación al mecanismo de transición para las comunidades más afectadas por la adaptación energética, financiación con emisiones de la Comisión Europea y garantía de los estados miembros…), e inversiones que se aceleran (próximos 3 años frente a los 7 de vigencia del Presupuesto comunitario). Así, nos encontraremos una recuperación europea “verde y social” a aprovechar con proyectos ambiciosos y alineados con estos objetivos.