La circunspección analítica jamás ha estado entre las virtudes de los agentes que conforman el mercado. Se ha puesto de manifiesto, una vez más, lo peligroso de hablar exclusivamente con la boca. Cuando a finales de marzo la TIR del UST alcanzaba un máximo de 1.75% con una inflación EE.UU. en el 2.6% y un petróleo en 60 dólar/barril, el consenso desplazó sincrónicamente su perspectiva para los niveles de TIR hacia cumbres mucho más elevadas, a la vez que preveían un mercado de equity en problemas. De ahí la gran rotación en deuda (de larga duración a corta duración) y en equity (de growth a value).
Tres meses después, con la inflación en el 5% y el crudo en 72 dólar/barril la TIR del UST ha caído casi 50pb, para “enterrarse” de nuevo en el 1.3%, provocando un contrapié de dimensiones olímpicas en el 100% de los inversores de deuda y del mercado de equity (a tenor del comportamiento de los de activos riesgo).
La pregunta es: ¿Y ahora, qué?
Para responder, debiera entender primero que ha provocado tal movimiento, y ver si ese (esos) factores pudieran tener continuidad.
Entre los factores posibles explicativos estarían:
- Covid: El miedo a que el Covid vuelva a descontrolarse y retrase las optimistas proyecciones de reapertura y reactivación económica. Creo que este factor no se esconde detrás del movimiento del mercado, pues de ser así, también el equity estaría muy deprimido.
- Fin de los estímulos: La percepción de que los estímulos llegan a su fin, y con ello, los activos quedarán a merced de las fuerzas del mercado (y los demonios que rondan las cabezas de no pocos inversores), pudiera ser un factor explicativo de lo que hemos visto en el mercado. De nuevo, si esto fuera cierto, el equity hoy estaría hundido. Así que lo descartaría como un factor avenido, uniforme y general. Además, toda esta inclinación de la Fed (y el resto de bancos centrales) que han podido mostrar hacia un discurso más hawkish, es sólo de palabra, y lejos queda de materializarse. La Fed es consciente del déficit gemelo del Tesoro EE.UU. (cercano al 20% !!), y es un hecho que lo monetiza de una forma mayoritaria a través de su programa de compra de Treasuries por más de 120bn/m. ¿Qué me están explicando del fin de estos programas? Ese fin, que algunos plantean, es económicamente inviable en los próximos 12-24 meses. Como máximo, pudiéramos ver una cierta relajación, pues esta opción de política monetaria, es un callejón del que es muy difícil salir; especialmente cuando la pandemia ha estigmatizado a tantos, y ha provocado el colapso del desarrollo global.
- China: Pudiera ser que detrás del movimiento en la TIR estuvieran los intentos de China por “enfriar” su economía. Al fin y al cabo, el PBoC ha sido el que ha impulsado un menor volumen de estímulos. Ello hace pensar en una menor demanda global de materias primas (y la reciente caída en el precio de los commodities agrícolas y metales ayuda a posicionarse en esta línea de pensamiento). También ayuda a tener en cuenta este factor, como explicación de lo ocurrido, ver el pobre performance del mercado de equity chino en este 2021.
Si es cierto que la economía China se ha “enfriado” más de la cuenta, entonces cabe preguntarse si hay que deshacer la “gran rotación” observada a principio de año, y volver a duraciones largas en deuda, y al growth en equity.
Me consta que este dilema está muy presente en muchas mesas institucionales de inversión y fondos mutuos. A contrapié del mercado, casi de forma permanente, en su lucha para ganar a un benchmark que paraliza su cronómetro el 31 de Diciembre.
La metodología usada en Andbank para la gestión de carteras discrecionales, trata de eludir este tipo de dilemas temporales. La estructura por secciones en nuestras carteras responde a algo que aprendí en su momento: Para batir a la inflación se necesita una combinación de Growth, Value y Quality. Esto me permite incorporar de forma permanente el concepto de valor en sus tres formas (lo disruptivo, lo escaso, y lo eficiente). Solo cuando estos tres aspectos coexisten, puedes considerar tu cartera de inversión como algo firme y seguro.