Nuevo cuadro macro y de valoración macro en el comunicado: crecimiento y, particularmente, inflación se revisarían a la baja, lo que daría como resultado un cambio en la nube de puntos recogiendo más bajadas de tipos en menos tiempo. En suma, lo que el mercado ha descontado. En cuanto al tono, esperamos que señale el enfriamiento mercado laboral, y la continuidad de la desinflación, pese a que el último dato de IPC subyacente o los PPI fueran algo mayor de lo previsto.
¿25 o 50 p.b.? Ambas opciones son justificables y será un debate abierto. En favor de la primera, empezar con moderación, siendo conscientes de que la evolución de la inflación puede no ser lineal. Apoyando la segunda, el margen desde los elevados tipos reales, que algunos miembros de la FED querrían haber empezado en julio los recortes y las señales inequívocas de desaceleración del mercado laboral. Importancia del mensaje que acompañe a cualquier decisión, que no alimente temores recesivos ni de pie a pensar que pueden quedarse «por detrás de la curva“.
BoE que sigue a la FED en la “temporada” de bancos centrales
¿Qué dicen los datos? ¿Qué hará el BoE? El crecimiento en julio ha seguido decepcionando (0% vs. 0,2% est.), mientras los datos laborales son mixtos (aumento en el número de vacantes, pero menor desempleo en el 4,1%). A pesar de que la inflación está cerca del objetivo del BOE, las subidas salariales (aunque se moderan) y la inflación de servicios todavía son importantes, lo que hace pensar que el banco central no se precipite. Así, no se esperan bajadas de tipos en septiembre, siendo más probables en noviembre y diciembre.