La decisión del Banco Nacional de Suiza muy probablemente se debe a la inminencia de un QE por parte del BCE, y por lo tanto, me da motivos para pensar en su materialización. Quien escribe ha mantenido por largo tiempo un escepticismo sobre la materialización de dicha política. Siendo objetivo, y considerando los posicionamientos políticos de los países del norte y la falta de efectividad –tal y como se ha visto en Japón-, uno sólo podía ser escéptico en cuanto al uso de un QE en la Eurozona. Aunque eso me costase estar en contra de la opinión imperante. Hay que aceptar las derrotas. Ahora, lo más importante, es entender qué significa eso en términos de mercados (a corto y a largo). Sobre todo, para el EUR.
En cuanto a si el QE se hará en los términos en que se está descontando, va a haber decepción. Es cierto que se habla de esos 550 bn EUR, pero no se habla de mutualización de riesgos (ya que no sería el ECB quien comprase los bonos de gobiernos, sino los propios bancos centrales). Mi pregunta, entonces, es la siguiente: si son los propios bancos centrales quienes compran la deuda de sus respectivos países y, por lo tanto, no se da ese “levantamiento de la carga” en cada país, sino que los riesgos inherentes siguen perteneciendo a cada estado…, ¿estamos entonces ante un QE (tal y como se hizo en USA)? En mi opinión, no. Y eso podría decepcionar al mercado, ya que podría ser poco efectivo si un inversor piensa que, ya sea el gobierno de Italia, o su banco central, pueden ser incapaces de devolver la deuda sin tener que recurrir a la monetización. A corto plazo, seguro que es supportive para los activos de riesgo denominados en EUR (Bolsa, bonos periféricos, crédito). Malo para el EUR. A largo plazo, malo para todo.
Álex Fusté
Economista jefe de Andbank