Nos acercamos al 5 de noviembre, cita electoral, y no solo presidencial. Más allá de decidir entre Harris y Trump, se renueva parte del Senado y la Cámara de Representantes. Y la cuestión es importante por la función de control que desempeñan las cámaras sobre las decisiones/propuestas presidenciales. Cámaras divididas, como bien podría ser el resultado final, matizarían las medidas más radicales del nuevo inquilino de la Casa Blanca. Otra particularidad de las elecciones americanas es el papel decisivo que juegan una serie de estados, los denominados “clave” (Arizona, Georgia, Míchigan, Minnesota, Nevada, Carolina del Norte y Pensilvania) que suelen dictaminar el ganador.
¿Qué nos dicen los pronósticos?
Que Harris y Trump siguen muy igualados. La primera lidera los sondeos, el segundo las apuestas y aventaja ligeramente en los estados clave. Estamos así ante “una moneda al aire”. En cuanto al control de las cámaras, los republicanos podrían hacerse con el Senado, mientras que la Cámara de Representantes caería del lado demócrata. Probable reparto de poderes a la vista.
¿Qué decide el voto?
Aunque la economía es sin duda el asunto clave, importa la percepción que de ella se tenga, no solo los datos. Aquí, a través de la confianza de los consumidores, sorprende la visión negativa, no limitada a los republicanos, de la situación actual: un 56% de los americanos creen estar en recesión. Trump es más valorado en temas económicos y en lo relativo a la inmigración, mientras que Harris le lleva ventaja en cuestiones como el aborto y cuenta con mejor apreciación personal.
¿En qué se diferencian (y se parecen) los programas electorales?
En un repaso no exhaustivo de los temas con más afectación financiera, nos encontramos con que:
/ En lo económico, ninguno de los candidatos tiene intención de dar prioridad al control del déficit público. Ambos son reflacionistas, aunque más Trump, que por la vía del mantenimiento de los beneficios fiscales es también visto como un apoyo al mayor crecimiento de corto plazo. Entre las medidas de Biden se habla de un posible alza para reducir los impuestos a la clase media y a la subida del tipo impositivo de sociedades (del 21% al 28%).
/ En lo comercial, Trump parece centrado en la subida de aranceles por doquier, con los demócratas más proclives a otro tipo de medidas también proteccionistas.
/ Si hablamos de política exterior, de Harris podríamos esperar mayor diplomacia multilateral, con el fortalecimiento de los vínculos entre EE.UU. y el apoyo a Ucrania y a la OTAN; de Trump más “volatilidad” en este apartado se espera.
/ Sobre regulación, frente a la desregulación esperada con Trump en energía, finanzas y medio ambiente, Harris impulsaría mayor regulación en protección del empleo, derechos laborales y del consumidor.
¿Impacta el resultado electoral los mercados? Sí, no, depende.
/ Históricamente la renta variable se ha comportado bien con independencia del candidato ganador, siendo el mejor escenario el de las comentadas cámaras divididas. De media, el S&P habría subido un +10,4% en años electorales. Dicho esto, el índice lleva cerca de un 20%, y la tradición pauta temporal (mercados volátiles antes de las elecciones y calma después), no se ha cumplido la primera parte.
/ Si nos fijamos en los beneficios empresariales, vía impuestos, se estima que las medidas de Trump podrían conllevar una reducción adicional del 4% mientras que las de Harris los reducirían en un 8%.
/ Asociado a cada candidato, hay afectaciones sectoriales: teóricamente, Trump podría ser más beneficioso para las financieras, Harris para las empresas industriales o para las vinculadas a las energías renovables.
/ ¿Y la deuda? Como decíamos antes, ambos candidatos son reflacionistas, lo que invita a un escaso control del déficit, dando soporte a rentabilidades altas/sostenidas en la deuda a largo plazo. Eso sí, parece haber mayor riesgo para la sostenibilidad fiscal a largo plazo con el programa de Trump.
/ Sobre el dólar, “incertidumbre”: Trump podría querer favorecer una divisa menos fuerte para impulsar las exportaciones, si bien sus políticas presentan riesgos desde la inflación, y con ella de tipos más altos, lo que fortalecería la divisa.
Elecciones que son sin duda relevantes, pero no el principal factor para los mercados. Crecimiento, política monetaria, beneficios empresariales,…también a considerar.