Tras un mes de mayo favorable para el mercado europeo de acciones (+5.5% en el Stoxx 600 entre el 4 de mayo y el día 30), entramos en junio y parece que nuestros cerebros apenas pueden establecer un mapa mental de cual es la magnitud del problema. No hace falta recordar en detalle todo lo que puede ir mal (lo saben ustedes mejor que yo), pero ahí va un recordatorio: ¿Giro en las encuestas en UK a favor del Brexit? (para mí, esto tiene reminiscencias del aumento para el voto secesionista en Escocia en 2014). ¿Un individuo impopular en la carrera hacia la presidencia en USA? ¿Nuevos mínimos en las TIRs de todos los gobiernos de la OCDE? Ciertamente, muchas razones para pensar que algo puede ir mal; y muchos argumentos para justificar el -7% de la bolsa europea y japonesa en lo que llevamos de Junio. ¡Curioso, por otra parte!
Precisamente los dos mercados en los que sus respectivas señorías (autoridades monetarias) supuestamente proveen más apoyo a los mercados financieros. Queda claro que las autoridades no han podido nunca fijar el precio de las cosas. No lo consiguió Roma (con el precio del pan), no lo consigue Brasil (hoy con inflación de doble dígito), y no lo conseguirá Draghi (con el precio de los mercados de renta variable).
¿Qué observo en estos días de caídas?
1. Repito lo que les dije la semana pasada. Si hay un sell-off este verano, no será por las motivaciones que provocaron las caídas el verano pasado (un shock en el mercado de divisas como el visto en 2015 con el RMB. Vean Another summer financial storm?)
2. Los bancos están arrastrando a los índices en Europa y Japón. Mal asunto, pues el comportamiento relativo de los bancos ha sido tradicionalmente un indicador adelantado de lo que venía siendo la fortaleza del ciclo. Tradicionalmente, para que un rally tuviera recorrido, los bancos debían participar de la fiesta. Si esto no es así (como así está ocurriendo), difícilmente veremos rallies sostenidos. No en vano, las autoridades monetarias en Europa y en Japón están llevando los resultados bancarios a la mínima expresión.
3. Los mercados emergentes (tradicionalmente primeras víctimas en épocas de sell-offs) están aguantando relativamente bien en la actualidad (+10% respecto el MSCI EAFE –developed outside US-), con muchos mercados en Asia en positivo en el año (Taiwán, Indonesia,
Tailandia, Singapur, Malasia, Corea, etc… y el resto con leves pérdidas). Esto sorprende a muchos, pero hay razones para ello:
(1) Los emergentes se benefician como nadie de un entorno de tipos globales bajos.
(2) Tras cuatro años de peor comportamiento relativo, las primas ofrecidas actualmente son atractivas. El diferencial en PER (S&P – MSCI Asia ex –Japan) está en niveles de 2013.
(3) La relajación fiscal + monetaria (el “fine tuning” clásico de China), suele ser balsámico para estos mercados.
(4) El posicionamiento del inversor internacional es hoy muy conservador, lo que puede facilitar flujos futuros hacia la región.
(5) Hay hoy menos incertidumbre política en la región –la excepción podría ser Filipinas, tras la elección de Duterte como presidente tras derrotar a Benigno Aquino. Duterte, alias “Harry el Sucio” –sobrenombre ganado a raíz de su presumible éxito de convertir la ciudad de Dávao (una de las mas peligrosas) en una urbe mas segura- , genera dudas entre los inversores por su estilo y sus constantes salidas de tono. No obstante, Duterte hereda una situación económica bastante decente (rating país en investment grade, baja deuda, etc…), y la razón del apoyo recibido serían sus promesas para acabar con la criminalidad (prometió matar a todos los narcotraficantes. ¿Entienden ahora los de Harry el Sucio?).
En resumen. No dejen de recordar que este es un mercado oportunístico, quizás fruto de las políticas de nuestro ilustres banqueros centrales, que tras expulsar a gran parte de los inversores de los mercados de deuda, los han hecho proclives a experimentar shocks. Aprovéchenlos. (Exposición neta al mercado con VIX > 40, recorte de exposición neta con VIX < 14). Otra buena manera de afrontar esto (antes que ir entrando y saliendo) es “estando en el mercado, pero cubierto”. Les hemos venido proponiendo a lo largo de estos meses varias formas de conseguir esto. Una fue combinando las posiciones de riesgo (peso en equity) con el mismo nominal en un bono del Tesoro USA a 30 años (un bono, por cierto, que ha dado un +7% en lo que llevamos de Junio). Otra cobertura es dolarizando la cartera (Quizá la mejor forma hoy en día, pues el Treasury ha corrido mucho. Si ha de venir un cataclismo, el USD actuará como lo que es). Otra manera sería mediante el uso de PUTs fuera de dinero 10% (cuando el VIX esté por debajo de 14, por supuesto).
En fin. Esto es lo que observo. Muchas dudas que justifican temores, pero muchos aspectos que ofrecen alternativas. Espero les resulte de utilidad.
Saludos cordiales,
Álex Fusté