El golf es un deporte que ha ido ganando adeptos estos últimos años; se practica de forma individual, en familia o con amigos. Y va ganando cada vez más aceptación como opción para las empresas que quieren encontrarse con sus clientes en un ambiente más distendido que el laboral, premiar o cohesionar a la plantilla o ampliar el universo de relaciones laborales y personales. En Andbank hace años apostamos por esta forma de estar más cerca de nuestros públicos, ya sean clientes, empleados o proveedores, y es una satisfacción ver la buena acogida que han tenido los torneos de golf que organizamos a lo largo del año. Héctor García Quintanilla, banquero personal de Andbank en Alicante, asegura: «son jornadas con ambiente muy distendido que facilitan una comunicación y una relación más personal con el cliente. El hecho de estar compartiendo con ellos una día completo practicando una de sus aficiones, como es el golf, provoca un clima de máxima relajación, donde se fortalecen esas relaciones más a nivel personal».
Los beneficios de este tipo de citas alcanzan tanto a empresa como a clientes, como subraya García Quintanilla: El networking es una de las ventajas fundamentales de este tipo de eventos, no solo para banqueros sino que los clientes, al coincidir en distintas partidas y en la reunión final, interactúan, originándose relaciones entre ellos, tanto a nivel comercial, como profesional y personal. Javier Martínez Larrañaga, banquero personal de Andbank en San Sebastián, afirma: «la percepción del cliente mejora, no te ve solo como un empleado al uso, siente que compartes gustos o aficiones que te acercan más a el». En su opinión: «todo evento social es bueno para interactuar con clientes y potenciales, y en San Sebastián hay muchísima afición al golf, por lo que estos encuentros nos facilitan el poder establecer relaciones profesionales en un ambiente más personal».
Estos eventos se enmarcan para las empresas en el ámbito de la Responsabilidad Social Corporativa al vincularse a valores como la integración en el ámbito local o regional donde la entidad está presente, así como el fomento de valores culturales, deportivos y de superación personal, como subraya García Quintanilla: «el golf es un deporte de superación personal. Siempre que se sale al campo se intenta mejorar la marca de uno mismo, su hándicap. Se necesita concentración absoluta en cada golpe, pensar y programar la forma de abordar cada hoyo y plantear una estrategia. Se interactúa con la naturaleza y no está exento del esfuerzo físico que supone el recorrido del campo. Por tanto, aúna esfuerzo, concentración y superación».
El golf permite, asimismo, a la plantilla relacionarse en un entorno diferente al laboral. Para Javier Martínez, «un aspecto muy interesante de este tipo de convocatorias es la unión que se muestra por parte de los integrantes de la oficina, ya que el ver a todos juntos y con el equipo directivo apoyando la causa, se genera una imagen desde mi punto de vista muy positiva. García Quintanilla apunta: «es una oportunidad para salir de la rutina diaria de la oficina y efectuar labores distintas a los quehaceres diarios. Se comparten anécdotas y vivencias que sirven para cimentar esas relaciones personales entre los empleados».
La imagen de marca de la empresa también se beneficia de este tipo de eventos. Como señala García Quintanilla: «contribuyen a crear marca, a identificar aún más si cabe al cliente con la entidad. Desde el punto de vista corporativo se genera un momento de disfrute del cliente, en un ambiente sano, al aire libre y practicando un deporte; valores que tarde o temprano el cliente acaba vinculándolos también a la entidad«.