Entrevista a Gonzalo Lardiés, Gestor de Sigma IH Equity Europe y el SIGMA IH Equity Spain
/ Te incorporaste a Andbank hace algo más de dos meses, ¿cómo ha sido el aterrizaje en una situación tan insólita como la generada por el COVID?
Todos los cambios de proyecto ya de por sí acarrean un proceso de adaptación a una nueva entidad con su propia idiosincrasia. Pero esto es especialmente reseñable en unas circunstancias como las actuales, donde además se dan unos cambios muy profundos en la forma en que cada uno estamos desarrollando nuestras funciones. En el caso de los que tenemos que tratar a diario con temas relacionados con inversiones y mercados financieros, todo es incluso más complejo, por las consecuencias en los mismos de todo lo que estamos viviendo.
/ ¿Qué estrategia de gestión estás desarrollando tanto en el Sigma Equity Europe como en el Equity Spain?
Intentamos adaptar las posiciones de los fondos a la dificultad del entorno. En todo lo relacionado con inversiones digamos que el pasado tiene una importancia relativa. Lo importante es tratar de tener una visión lo mas certera posible de cómo pueden desarrollarse las circunstancias y cómo ese entorno puede afectar a nuestras inversiones. El gran problema es que esa visibilidad es muy reducida, con un gran numero de variables en juego que dificultan la toma de decisiones, mucho más que en el pasado.
/ ¿Qué animo detectas entre los clientes, hay interés en aprovechar las caídas que estamos viendo en renta variable o hay aún un volumen relevante de dinero que prefiere la liquidez?
Pienso que esa falta de visibilidad también tiene mucho que ver en el posicionamiento de los clientes. Hace ya tiempo que incluso al cliente conservador le sacaron de su denominada “zona de confort”, con una renta fija que paga unos retornos históricamente bajos, o directamente negativos en muchos plazos. Para obtener mucha menos rentabilidad que antes hay que asumir unos mayores riesgos, y este riesgo se materializa en retornos muchos más volátiles. Ante esta falta de visibilidad en momentos de incertidumbre, la liquidez es la salida más socorrida, pero cualquier proceso de inversión debe marcarse horizontes temporales más lejanos y es allí donde se deben aprovechar los momentos de tensión en el mercado.
/ ¿Qué condiciones tienen que empezar a darse para que tengamos algo más de visibilidad a futuro en renta variable?
Quizás el crecimiento y algo de inflación sana son los mejores aliados de la renta variable aunque su comportamiento no ha sido todo lo positivo que hubiésemos deseado en los últimos tiempos. Hay una gran cantidad de cambios tecnológicos que se intentan abrir paso, como el resurgir de una nueva economía frente a negocios tradicionales o maduros. Pero también hay una serie de dificultades a nivel global que hace que todo ese potencial no pueda materializarse. Una de esas principales barreras son los altos niveles de deuda a nivel agregado global. La falta de visibilidad no solo afecta a la renta variable en general, sino a como muchos negocios se van a desarrollar en un futuro próximo. Un gran proceso disruptivo que ya estamos viendo en muchos negocios hoy en día.
/ ¿Nos puedes mencionar algún sector o tendencia donde estiméis que hay un potencial de crecimiento claro?
Todo lo referente a energías renovables, movilidad, big data, etc. Pero en general, son cambios tecnológicos que en mayor o menor medida van a afectar a casi todos los sectores tal y como los hemos conocido. Los cambios ya están siendo importantes pero los cambios que vamos a tener en los próximos años lo van a ser todavía más una vez salvada la actual situación sanitaria y social, y sus posibles consecuencias en la parte financiera.
/ Con más de 15 años de experiencia en el sector financiero, ¿cuáles son las lecciones más importantes que has aprendido?
La experiencia siempre es importante pero no se puede basar todo en ella. Un prestigioso inversor de 89 años decía hace unos días que nunca pudo pensar que viviría una situación como la que estemos teniendo en la actualidad.
Quizás al hilo de lo comentado anteriormente, en todo lo referente a inversiones y especialmente en los tiempos que corren, el pasado tiene una importancia relativa, y lo importante es lo que está por venir. Cada momento tiene sus propias circunstancias, cada crisis es distinta y las oportunidades de inversión también. Quizás la capacidad de adaptación sea la parte más compleja.