Aranceles
. Las tarifas existentes de EE.UU. sobre 360.000 millones de dólares de productos importados desde China no aumentarán, pero se mantendrán hasta después de las elecciones presidenciales estadounidenses de noviembre.
. Si bien no hay un acuerdo sobre una reducción futura de tarifas, las filtraciones destacan que la reducción de las mismas dependerá del cumplimiento del Gobierno de Pekín del acuerdo comercial de Fase 1, y de que se complete el acuerdo comercial de Fase 2, estableciendo así un gran incentivo para promover una Fase 2.
Propiedad intelectual y tecnología
. The New York Times filtró ayer que el acuerdo de Fase 1 incluye compromisos de China para restringir las prácticas que venían obligando a las empresas norteamericanas a entregar propiedad intelectual valiosa a las compañías chinas como condición para realizar negocios en China.
. Bajo el acuerdo, China ha prometido poner fin a estas prácticas y castigar a las empresas que infrinjan el acuerdo y roben secretos comerciales corporativos.
. China también se abstendrá de inducir a sus empresas a obtener tecnologías extranjeras delicadas mediante adquisiciones que puedan dañar los intereses americanos.
Compras por parte de China
. En el acuerdo estaría incluido que China se compromete a adquirir 200.000 millones de dólares de bienes estadounidenses en un periodo de dos años.
. Este volumen incluye 75.000 millones en bienes manufactureros, 50.000 millones en bienes energéticos, 40.000 millones en bienes agrícolas y 35.000-40.000 millones en servicios.
Mecanismos para el control del cumplimiento de los acuerdos
. El acuerdo incluye fuertes mecanismos de cumplimiento, según los cuales los EE.UU. se guardan la baza de comprobar hasta las elecciones de noviembre el grado de cumplimiento por parte de China de sus compromisos.
. EE.UU. podría imponer tarifas de forma unilateral si China incumple alguno de sus compromisos.
Dudas con respecto a la Fase 2
Hay ciertas dudas en el mercado sobre la capacidad de mantener estos acuerdos de Fase 1 e iniciar negociaciones para avances más profundos en una Fase 2. Estas dudas surgen tras saberse que los EE.UU. se reservan el derecho de imponer nuevas medidas para entorpecer las operaciones de Huawei. Al parecer, los EE.UU. estarían decidiendo rebajar el techo en la composición de tecnología norteamericana (del 25% al 10%) para aquellos productos que requieren un permiso para ser vendidos a Huawei. Esto podría ser visto como una medida por la que los EE.UU. ampliarían sus poderes para bloquear los envíos de productos fabricados en el extranjero hacia Huawei.
Outlook
Pensamos que esta firma supone la oficialización del alto al fuego y, por limitado que sea el impacto de los acuerdos, supone un punto de inflexión en la dinámica de enfrentamiento de los dos últimos años, y abre la puerta a la profundización de nuevos acuerdos de Fase 2. Si bien no esperamos una aproximación de las posturas en asuntos de seguridad nacional, sí esperamos nuevos avances en asuntos puramente comerciales y que tendrán su terreno de juego en las áreas de mayor apertura a la inversión extranjera, posible recorte en tarifas, y porqué no, en el peliagudo tema de las subvenciones públicas a empresas industriales chinas.
Saludos
Álex Fusté
Economista jefe global de Andbank