Fernando Hernández, subdirector de Andbank Wealth Management
Fernando lleva dos décadas trabajando en el sector financiero pero la evolución de los mercados no le ha dejado caer en la rutina: «Aunque el trabajo es el mismo, no repite sus pautas; el mercado es muy distinto a cuando empecé a trabajar y, aunque sean muchos años, el cambio es en cierta medida muy grande. Cada día es nuevo, la realidad cambia, coyunturalmente pero incluso estructuralmente. Mi día a día consiste en evaluar la evolución de las carteras que gestionamos, hacer informes o revisar políticas de inversión. Empezamos el día con un morning meeting con nuestra red, leemos, nos empapamos de nuestras fuentes, actualizamos modelos, revisamos que las carteras están como deben. Tenemos muchas reuniones con clientes. Somos gestores, pero con gran capacidad de relación y también atendemos a los medios de comunicación».
Un trabajo cuya mayor dificultad la ponen -en opinión de Fernando- los mercados: «El mayor problema son los propios mercados. Este último año ha sido plácido, pero esto cambiará. Lo importante es ser humilde. Llevamos cinco años en los que lo estamos haciendo bien. Se trata de poner en valor el éxito para que, cuando las cosas no sean tan benignas, no se magnifiquen los problemas. El cliente es nuestro activo y nuestra quebradero de cabeza, claro está. Nos debemos a ellos y ellas».
La igualdad, como se trasluce de sus palabras, es importante en su escala de principios: «Una característica marcada de mi forma de ser es mi constante cabreo con el papel que en la sociedad otorgamos a las mujeres. Me enfada el enorme machismo que se filtra por todos los poros, incluso los míos, aunque me defina como un defensor de la igualdad absoluta». Otras pinceladas de su personalidad: «Me gusta pensar que soy empático, con mis compañeros, con mis jefes, con mi equipo, con mis clientes, querría pensar que les traslado calma, sinceridad, intentar poner todo, aunque no funcione. Para mí también es importante comunicar y trato de hacerlo lo mejor que sé».
Fernando ha encontrado distintas vías para satisfacer su deseo de aportación personal y profesional a la sociedad: «Por la experiencia con mi padre, que falleció tras una larga demencia senil, me vinculé como miembro a la Asociación de Familiares del Alzheimer en Salamanca. Son unas personas a las que tendré en un pedestal toda mi vida. Ellos ganan un sueldo que siempre será insuficiente para la labor que hacen sobre una parte de la sociedad que en nada será mayoritaria. En mi/nuestro granito de arena, tratamos de contar con fondos de inversión responsables con las compañías en las que invierten y que cumplen con unos mínimos de respeto al medio ambiente, a las personas y al buen Gobierno».
Cuando se le pregunta qué es lo que más valora en las personas, se lo piensa: «Uff, aparte de los tópicos?? Ummm que escuchen. La mayor parte de las personas no escuchan; no me incluiré aunque según a quien preguntes, seguro que no opina lo mismo. Oyen, pero no te escuchan. Y escuchar incorpora incluso aquello que no te interesa o te gusta. Es muy difícil de hacer, de verdad Y en el trabajo me gustan los compañeros y compañeras que, como en los deportes, gritan MÍO. Eso es lo mejor, te relaja, te permite pensar que eres prescindible, como todo el mundo».
Al hablar de familia y amigos, este salmantino se sincera y evita caer en lugares comunes: «La familia es una vida y el trabajo es la otra (es donde centramos nuestros esfuerzos). Adoro a mi familia, pero no me considero una persona especialmente familiar. Mi madre dice que soy demasiado descastado, aunque con la edad he mejorado- apunta riendo-. Los amigos son los que no veo en meses y, cuando lo hago, es como si siguiéramos en el colegio/universidad/trabajo. Lo demás no son amigos, son otra cosa».
Su tiempo libre está bastante repartido: «Me gusta la música, soy un gran fan de Bob Dylan y de todo el mundo que oscila en torno a él, Bruce Springsteen, Tom Waits, Nick Cave… Me gusta leer, aunque lo hago menos de lo que querría. Paso mucho tiempo con los deportes de mi hijo; digo que es porque no me queda más remedio, pero me encanta, me apasiona el Baloncesto, la NBA y disfruto mucho con la gastronomía; vamos, comiendo. También juego al golf, siento que es un deporte que podré practicar mucho tempo, incorpora técnica, ciertas condiciones, concentración, es al aire libre. Te pone en tu sitio. Además hay muchos torneos y me encanta competir e idealizar que puedo ganar».
¡Conoce a otros compañeros de Andbank España en #AndbankPersonal!