/ Más inflación: de la mano de la subida de aranceles (10% de forma general, 60% para los productos importados desde China), a lo que añadir el potencial impacto negativo de una menor fuerza laboral inmigrante.. Con todo, en lugar de una implementación automática o general de los aranceles, bien podría ser gradual y/o específica para así suavizar el impacto en el IPC, que podría llegar a ser, según algunas estimaciones, superior al 4%. Si todos los aranceles se implementaran, el porcentaje medio sería el más alto desde la década de los 30.
/ Como derivada de precios más altos, menor margen para que la FED pueda bajar los tipos de interés. Algunos brokers estiman que el IPC 2025 podría superar el 3% YoY (vs. 2,5% ant.). Reciente cambio en el mensaje de precios de la FED, con un matiz más prudente que sugiere gradualidad en los recortes en 2025. IPC de octubre en la agenda de la próxima semana.
/ Un impacto positivo en crecimiento en el corto plazo, por la reducción del impuesto de sociedades y el mantenimiento de los beneficios fiscales, aunque incierto en el medio por el aumento de aranceles. Según algunas estimaciones el PIB americano 2025 podría pasar a crecer al 2,3% en lugar del 2% antes previsto.
/ Mayores niveles de endeudamiento público de lo que previsiblemente habría implicado un gobierno demócrata. A falta de mayores detalles, aranceles que no cubrirían a corto plazo el menor ingreso impositivo lo que podría elevar el déficit/PIB al 7% en 2025 y al 8% en 2026. A más plazo, según estimaciones oficiales, la deuda podría incrementarse en más de 7 bill. de dólares con las medidas de Trump, con una deuda/PIB que superaría el 140% a 2035. Tema importante, ya que partimos de un déficit fiscal en máximos desde el COVID, empujado por el creciente peso de los intereses de la deuda, el gasto sanitario y de defensa. Sostenibilidad fiscal de largo plazo más cuestionada.
/ menos regulación: energía, finanzas y sector inmobiliario se beneficiarían de la desregulación prometida.
/ “Volatilidad” en materia de política exterior, frente a la diplomacia multilateral y el apoyo a Ucrania y a la OTAN en el mensaje de Harris. Se abre así un tiempo de incertidumbre en el liderazgo mundial de Estados Unidos, especialmente importante para una Europa en la que parece haber un cierto “vacío de poder”, con Francia y Alemania (¿elecciones adelantadas para marzo 2025?) más volcadas en política doméstica.
¿Cómo nos afecta este resultado al resto del mundo? De lleno: en lo comercial, en lo económico, en lo geopolítico…
/ Con los aranceles como pieza clave, China y Europa se ven perjudicadas en sentimiento y cifras. Las estimaciones apuntan a un impacto de -0,3%/-0,6% en el PIB de la eurozona en el caso de un arancel universal del 10%. También, mirando a 2026, podría afectarnos en términos de inflación, a la baja por la menor demanda de productos de fuera de Estados Unidos, pero un aumento de aranceles europeos en respuesta a la medidas americanas aumentaría los precios.
/ China podría tratar de compensar siendo más agresiva en las medidas de estímulo. De hecho, ya ha anunciado nuevas medidas para reducir el problema de deuda de gobiernos locales y aumentar la capacidad de gasto de estas entidades. Probablemente, espere a ver las medidas de Trump antes de mayores estímulos.
/ En Europa, además, con independencia de lo que finalmente acabe ocurriendo en Ucrania, el conflicto con Rusia ha puesto de manifiesto nuestra insuficiente capacidad en términos de defensa. La nueva administración republicana podría acentuarlo en función de su aproximación a los compromisos con la OTAN. Mayores inversiones en este aspecto seguirán siendo necesarias.