Finalmente se ha alcanzado un acuerdo y nada parece que esto pueda dar marcha atrás (pues el ala joven del partido SPD, que tanto se oponía a esta coalición, no supone ahora una amenaza seria a pesar de sus 24.000 nuevos afiliados dispuestos a votar no).
La pregunta que me hacen es simple: ¿Qué debemos esperar de este acuerdo? Se lo resumo en 5 puntos.
1. “Mejor” tono económico en 2018: Esto no es un “game changer” en términos fiscales domésticos. Existen leyes fiscales que dejan poco margen para el dispendio. Es cierto que hay superávit fiscal, y que parte de él irá a transferencias sociales, quizá rebaja de impuestos. Etc… pero según me cuentan no entra en los planes del SPD recalentar la economía. Dicho esto, algo de más laxitud fiscal sí habrá y eso ayudará a mantener la velocidad de crucero de la economía.
2. Mejoría desequilibrios entre miembros de la Eurozona: De la misma manera, ello debiera ayudar a corregir (tímidamente) los desequilibrios externos entre los miembros de la Eurozona. Repito. Tímidamente.
3. Concreción integracionista: Lo que realmente importa aquí es que el SPD toma el control de la política de Berlín hacia Europa. Si Schaüble era una máquina de decir “no”, Shultz (desde su flamante ministerio de la diplomacia) tiene el poder de traducir su mensaje más integracionista en algo más concreto.
4. ¿Caminamos hacia un sistema Europeo de transferencias? No necesariamente, pero nos acercamos: Países como Holanda han establecido claramente las líneas rojas en materia de transferencias, pero hay ahora un tema importante que parece que no se ha entendido bien. En virtud del acuerdo para la gran coalición, si en Berlín ven que algún país duda o retrsa reformas en materia de integración, Berlín puede elegir seguir adelante con Francia en iniciativas de integración. Ello suscita muchas dudas, pues si hay países que no quieren seguirles, entonces tendremos grupos dentro del grupo. Un lío. Es como un todo o nada. Una unión casi total, o una desunión. Veremos.
5. El mapa de fuerzas se rebalancea hacia los países latinos: ¿Les sorprende? Admito que a mí también, pero atiendan a esto: Mario Centeno es escogido como jefe de los ministros de finanzas del Eurogrupo. Macrón se encarga de poner e ímpetu y blandir la batuta (o marcar el paso), y la política Alemana del “No” ha llegado aparentemente a su fin.
¿Cuáles son las implicaciones de todo esto a la hora de invertir?
Pues a riesgo de equivocarme (ya saben que esto de hacer predicciones es muy complicado, sobre todo si versan sobre el futuro), dría que hay dos implicaciones importantes en función del enfoque temporal:
1. A corto-medio plazo esto supone un importante viento de cola para los activos Europeos: Estrechamientos adicionales en Spreads en periféricos, Renta variable soportado por actividad real (bueno para el top line de las compañías)
2. A largo plazo, saber que el mapa de poder se inclina ahora hacia los países latinos nos obliga a realizar un ejercicio de honestidad. Haríamos bien de revisar la trayectoria económica de estos países.