En una Flash Note del 11 de mayo de 2021, titulada “Todo huele a inflación y eso es un problema”, exponía el grave problema de los semiconductores, y decía que “había una grave crisis de escasez de chips que va más allá de razones coyunturales y que amenaza con generar inflación de producción”. Exponía que “la razón de la escasez de chips tenía su origen en el desarrollo de la automoción autónoma, 5G, y también como consecuencia del Covid y el cambio en los hábitos de consumo electrónico, factores que dispararon la demanda de chips en un momento en que la inversión en los 4 años previos en la industria de semiconductores de medio y bajo rendimiento había sido muy baja”. Meses más tarde advertí por escrito de las grandes inversiones que los gigantes de los chips habían iniciado (pusimos las cifras invertidas por TSMC, Foxconn, etc…), sugiriendo que, en poco tiempo, veríamos deflación de semiconductores.
Pues bien. Ese día ha llegado, y es hoy. Al parecer, se estaría dando en la actualidad una fuerte contracción en la demanda global de chips, provocando que productores como Kioxia y Western Digital aceleren las conversaciones de fusión ante la caída en la demanda de sus chips de memoria. Ambas compañías desean abordar el movimiento de consolidación para racionalizar sus capacidades ante el nuevo escenario de caída de exportaciones de los principales países productores (vean el gráfico). A medida que la caída del mercado de tarjetas de memoria caiga, habrá más presión para nuevas consolidaciones dentro del sector.
Sea como fuere, el mensaje más importante de esta nota es que una de las principales fuentes de inflación en el pasado podría estar despareciendo.