Divergencias macro que favorecen a Europa frente a EEUU marcan el comienzo del año. Abrimos así la última semana de datos antes de las reuniones de FED y BCE de primeros de febrero, y una quincena vital en resultados (>60% empresas S&P; cerca del 30% de las tecnológicas)
- En EEUU las señales de desaceleración se han ampliado: del sector inmobiliario (10 meses consecutivos de caída de las ventas, confianza promotora en niveles de 2012…), datos más débiles se registran ahora también en el consumo y la inversión. En estos días estaremos atentos a las referencias de pedidos de bienes duraderos como orientación para un sector manufacturero para el que la percepción es débil, y a la primera lectura del PIB del cuarto trimestre. Desde el frente de los precios conoceremos el PCE core (medida favorita de la FED) que se espera que siga a la baja, y que se sumaría a otros indicadores (IPC, PPI, NFIB o intención de subidas/bajadas de precios de pequeñas compañías en USA en los próximos tres meses) a la tesis de una próxima subida de tipos de 25 pbs.
- En Europa es tiempo de “confirmación” de la mejora macro. La hemos visto en el ZEW y en las revisiones al alza en las estimaciones de PIB del mercado. En los próximos días, PMIs e IFO nos darán más información. Impacto positivo del entorno más benigno de precios energéticos que previsiblemente tendrá continuidad. Europa también saldrá beneficiada de la reapertura china. Por su parte, el BCE se muestra decidido en sus actas y declaraciones a +50 pb. en la próxima cita.
- En Asia, China se despide antes del Nuevo Año lunar con mejora macro (PIB, ventas al por menor, producción industrial sorprendieron al alza). Mientras, en Japón, los precios se sitúan en niveles elevados que, sin embargo, no han llevado al BoJ a ningún cambio en su política monetaria en la reciente reunión. Sesgo dovish que sigue al movimiento, “por sorpresa”, de flexibilización del control de la curva de diciembre.