Los países miembros del cartel de la Opec+ nos han obsequiado este fin de semana con un nuevo recorte en la producción mundial de hidrocarburos. Por sorpresa y durante la tarde-noche del domingo. Recuerdo haber pensado: “Bonita manera de empezar la semana”. El efecto ha sido inmediato, con el primer contrato del Brent saltando de 79$ a 84$ por barril. Un aumento en los costes de energía de nada menos que un 6.3% para nuestra magullada industria manufacturera. Esto pone de manifiesto
algo que venimos advirtiendo hace ya mucho tiempo. Me refiero a la división geopolítica entre naciones exportadoras y países consumidores (mayoritariamente occidentales). Con la decisión del domingo se amplía peligrosamente esa división y se traslada el mensaje de un mundo menos cierto en el futuro; además de una energía a largo plazo más cara.
El Cartel ya ha convertido esto en una práctica común. ¿Recuerdan en octubre, cuando decidieron recortar la barbaridad de 2 millones de barriles por día? Con la decisión ahora de recortar otros 1.65 millones diarios eliminan cualquier posible excedente en la balanza de oferta-demanda global, y ya no esconden la verdadera intención de llevar el crudo por encima de 100$. Algunos, como Arabia Saudí, todavía usan la fina ironía británica y lo llaman “a precautionary measure aimed at supporting the stability of the oil market” (siempre he pensado que hay que tener cuidado con el cinismo. Su frontera es la provocación). Otros, como Rusia, explícitamente se refieren a estos recortes como lo que son, “recortes voluntarios”. Por supuesto siempre está el argumento fiscal. El de que los exportadores tratan de maximizar su ingreso para cuadrar sus cuentas públicas. Al fin y al cabo, Arabia Saudí experimentó importantes déficits presupuestarios durante ocho años, llevando el ratio de deuda/PIB del 0% al 30%. Puede ser que Riad recorte producción para levantar el precio internacional del crudo y asegurar que éste permanezca por encima de su “breakeven point” fiscal. Si es así, entonces ya sabemos que la cifra es de 80$ pbl, y que la Opec+ no permitirá que el petróleo caiga por debajo. Tal detalle es importante, pues sitúa el precio del petróleo que Occidente debe pagar en el futuro muy por encima del precio promedio a largo plazo de 55$ pbl (ver gráfico superior).
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Economista Jefe Global de Andbank