Voy a empezar por las conclusiones:
- La decisión de Trump fue tomada pensando, especialmente, en los intereses de los EUA (precios elevados en el crudo implican más inversión en shale y reapertura de pozos. Eso es más PIB y déficit más controlado).
- Los expertos del sector energético opinan que NO está en los intereses de Washington (ni de Riad) disparar los precios. El aumento en el precio del combustible ya se ha comido la mitad del ahorro por recorte de impuestos en una familia media norte-americana. Recuerden que hay elecciones en Noviembre. La ironía es que, precisamente por ello, Rusia, y ahora Irán, pueden favorecer aumentos continuados en el precio del crudo. Para perjudicar a Trump.
- La lucha de siempre. ¿Qué bloque ganará? (USA-Saudís vs Rusia-Irán): La experiencia pasada indica que los intereses de los EUA y de Arabia Saudita los que prevalecen. (Lo vimos en 1991 o 2003). Eso significa que no debiéramos ver un descontrol en los precios. Cualquier repunte abrupto debiera ser temporal, así como el impacto en la TIR del UST10
- El precio del crudo spot está a niveles del 2014, pero el contrato a 2020 está un 15% más barato. Ello sugiere que la Geopolítica dictamina los precios hoy, pero que el mercado considera que el sector está bien equilibrado (oferta suficiente), lo que me inclina a no apostar por una tendencia alcista sostenible. De hecho, nuestro posicionamiento estructural es bajista para el precio del petróleo debido a la tecnología desarrollada tanto en la parte de demanda como de oferta
- De la misma manera que dijimos que el euro no valía 1.25, decimos que el crudo no vale 75 US$.
Hipótesis de trabajo
Debemos admitir, a tenor de los fuertes cambios de signo entre ayer y hoy en el precio del crudo, que no está muy claro cuál puede ser el impacto potencial de la decisión de Trump sobre Irán. Dicho esto, la pregunta más recurrente hoy es, ¿Estaba esto descontado ya en el precio o debemos seguir esperando aumentos en el crudo?
Las sanciones reimpuestas por Trump persiguen recortar en 1 millón la capacidad de Irán de colocar crudo en el mercado, mediante sanciones a todos aquellos países que compren crudo de Irán. De momento, Mnuchin afirmó ayer que hay un periodo de 3-6 meses de adaptación para países y empresas con contratos en Irán, antes de empezar a imponer dichas sanciones, lo que, en opinión de los más optimistas, da tiempo para renegociar un nuevo acuerdo. Sobre la amenaza que suponen las sanciones a terceros, la verdad, no he tenido éxito en mis consultas sobre la severidad de dichas sanciones. No me han dado una respuesta clara. Sin embargo, visto lo visto desde que Trump alcanzó la presidencia, creo que ésta es una amenaza real. Por el lado positivo, aunque no sé si factible, Trump también afirmó que espera alcanzar una nueva versión del acuerdo, y evitar así sanciones a Irán y países terceros. Pongo en duda la materialización de un nuevo marco pues las intenciones de las partes están ahora muy distanciadas. Ahora bien, cosas más inverosímiles hemos vistos (léase los hechos en la península de Corea).
Si transcurrido este tiempo no hay acuerdo, cualquier país que compre deuda de Irán será sancionado, así como cualquier país que comercie con Irán en productos como metales preciosos, metales, aluminio, carbón, crudo, autos o artículos de lujo (incluidos alimentos).
Opinión de los bancos: Hay disparidad en la opinión de los bancos sobre el impacto y la posible evolución en el precio del crudo: Por un lado, RBC Capital Markets Chief Commodities Strategist espera un recorte total en las ventas de Irán de tan solo 200-300k bpd. Lo que a priori no debe suponer una amenaza para la oferta global y debiera empujar el precio a la baja. De forma contraria opinan los analistas de UBS Group , afirmando que “la decisión de Trump limitará aún más la oferta global y podrá presión alcista en el precio del crudo”.
Opinión de firmas independientes: Algunas firmas de research independiente con las que hemos contactado se decantan por el optimismo (precios del crudo controlados o incluso a la baja), ya que opinan que las exportaciones de Irán no se verán afectadas de forma suficiente. Si bien es cierto, las ventas de crudo de Irán pasaron de 1.5mnb/d a 2.7mnb/d tras el levantamiento de las sanciones en 2015; pero el grueso de estas ventas se dirige a China, India o Turquía, que se han opuesto a la decisión de los EUA, y puede que continúen comprando crudo de Irán. Lo que permitiría a Teherán seguir colocando su producción. No tengo claro si estos países van a decidir ignorar las sanciones, o van a buscar una exención de las mismas. La parte más vulnerable está en los 500.000 b/d de crudo que Irán vende a la UE, los 250.000b/d a Corea del sur y los 100.000 b/d que vende a Japón. La UE ha confirmado que defenderá el acuerdo que mantiene con Irán, y que irá en contra de las sanciones de los EUA. Sin duda, me gustará ver eso. En resumen, estos analistas independientes afirman que la decisión de Trump afectará a no más de 500.000 b/d (una cantidad muy limitada si consideramos la velocidad a la que se reabren pozos no convencionales en los EUA, y la moderación a la vista en la demanda global). Opinan que las sanciones a Irán no tendrán un impacto decisivo en la oferta global ni el precio.
Intuyo (viendo la reciente evolución en el precio) que una importante minoría ya sabía lo que iba a ocurrir, tomaron posición y se han venido incorporando las sospechas de lo observado en el precio. Gran parte del riesgo por sanciones podría estar ya en el precio.