Los mercados pasan página en cuanto al techo de la deuda estadounidense, después de que el Senado aprobara un proyecto de ley bipartidista que permite a Estados Unidos evitar lo que habría sido un primer impago. Al alivio por el fin de esta cuestión se suma la retórica dovish de dos funcionarios de la Reserva Federal. Así, Patrick Harker, Presidente de la Reserva Federal de Filadelfia, afirmó el jueves que era «hora de pulsar al menos el botón de parada para una reunión» sobre subidas de tipos. Los contratos de futuros sitúan la probabilidad de que la Fed deje los tipos sin cambios dentro de quince días en el 80%, frente al 48% de una semana antes.
Por tanto, la FED se aproxima al punto donde podría dejar de subir tipos, un junio sin movimientos necesarios, pero con la puerta abierta a lo que pueda ocurrir en adelante. Además, Bullard apunta a que los tipos están ahora en la parte baja de lo que, razonablemente, sería suficientemente restrictivo dadas las condiciones macro actuales. No dan por hecho una próxima subida en las dos próximas reuniones.
Por su parte, el BCE anuncia que hay más trabajo por hacer y que se trata de un viaje no concluido. Así, apuntan a nuevos movimientos al alza, aunque parecen menores. Para Panetta: “el BCE no debería apresurarse en las subidas de tipos” y para Villeroy, las próximas serán marginales, “se está alcanzando la velocidad de crucero”. Implícitos que descuentan tasa terminal ligeramente por debajo del 3,75%.