Hoy reunión del BCE, donde se espera el primer recorte de tipos en 9 años (marzo 2016) tras alcanzar los tipos más altos en 23 años (2001). Descontándose -25 pbs, hasta el 4,25%/3,75%, aunque se teme un “hawkish cut” o bajada dura, tras unos precios que repuntaron más de lo previsto en mayo.
Pero la cuestión clave no es tanto la bajada, por su reiterado compromiso verbal, sino el mensaje. Del que se espera enfríe las expectativas sobre nuevos recortes de tipos posteriores.
Como venimos advirtiendo, a pesar de que los bancos centrales no tengan prisa por bajar tipos (economías robustas), los tipos reales alcanzados otorgan un margen amplio para actuar. En Estados Unidos el crecimiento del PIB en el primer trimestre de 2024 se ha revisado a la baja, una vez más, hasta el +1,3%, frente a una 1ª estimación del 1,6%, mientras que el consenso lo situaba en el +2,5%. Además, el IPC de abril se ajustó a las expectativas, con un gasto personal más suave.