/ En Reino Unido, dato de inflación y PMI. La inflación ha sido más moderada de lo esperado 2,8% (3% est; 3% ant). El dato ha supuesto un alivio para consumidores y los mercados reaccionaban tras la noticia con leves caídas de la libra y de la deuda británica a corto plazo (que experimentó la caída en tir más elevada de los últimos dos meses). De todas maneras, se apunta a que en los próximos meses la presión de los precios energéticos y aumentos de las cotizaciones sociales, empujen las expectativas al alza. El dato es positivo y puede dar más espacio para una aproximación más dovish en la reunión de mayo.
/ Durante esta semana también hemos conocido el dato de PMI compuesto, que alcanzaba lecturas de 52 puntos (50,3 est; 50,5 ant). La fuerte recuperación viene por el lado de servicios financieros y consumo, aunque por el lado del empleo, las subidas de cotizaciones sociales y la confianza debilitan las expectativas. El manufacturero caía a contracción, lo que ha supuesto el peor dato de los últimos 17 meses en medio de los anuncios de aranceles y guerra comercial. En general, los datos son positivos después de unas cifras económicas poco positivas durante los dos últimos trimestres.
/ La economía británica sigue bajo presión tras el último presupuesto y las probabilidades de que, para el próximo, que se presenta en octubre, no se cumpla el colchón fiscal, preocupa a los mercados. Si las yields gobales suben, la presión inflacionaria persiste y el crecimiento decepciona, esto podría provocar otra ola de ventas de bonos del Reino Unido y erosionar de nuevo el colchón fiscal. El margen de maniobra se agotaría si el presidente estadounidense, Donald Trump, impone aranceles del 20% al resto del mundo o si los costes de financiación aumentan tan solo un 0,6 %. Lo que provocaría que fuese necesario subir impuestos o bajar el gasto público.
