En un año marcadamente alcista en renta variable en Estados Unidos y con una lateralidad apreciable desde noviembre de 2017 en Europa, debemos plantearnos en este último mercado si se mantendrá el nivel inferior o entraremos en un mercado bajista. Aunque habrá que confirmarlo, parece lógico pensar en este momento que aún es pronto para la segunda opción, por lo que en caso de volver a la zona 3.200-3.300 del Euro Stoxx 50, en la que de facto ya nos encontramos, volveríamos a plantearnos entrar en los segmentos más castigados.
Uno de los sectores de renta variable que está lastrando a los índices europeos y en el que hemos venido bajando peso en los últimos 12 meses es el bancario. Desde el mes de agosto venimos observando el gap que se abre con los bancos americanos. Otra de las cuestiones que nos llevan a pensar que no estamos para visitar los mínimos de valoración en esta ocasión es que el ROE no tiene nada que ver con el de 2016, al menos según el consenso. Cuando observamos el comportamiento tan malo de Santander y BBVA, comprobamos que ya están cotizando ampliamente por debajo de su valor en libros, sin alcanzar un nivel extremo. Lo mismo le ocurre a Intesa. ABN, es una de las contadas excepciones en las que esto no ocurre. Más que seleccionar, creemos que cuando llegue el momento, habría que comprar el sector a través de un ETF de la zona euro en su conjunto. Sí debemos avisar que se tratará de un movimiento temporal, ya que seguimos pensando que el negocio bancario estará tocado durante los próximos años y, por tanto se trata de aprovechar un momento de mercado negativo para tratar de beneficiarnos de ello.
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