Cerrando el primer trimestre del año volvemos a hablar y desglosar el posicionamiento de los fondos mixtos, temática muy recomendable en un entorno de incremento de la volatilidad por la versatilidad y flexibilidad que poseen los gestores de este tipo de fondos. En este contexto, la tónica general de los gestores mixtos ha sido la de reducir la exposición neta en sus niveles de renta variable. En el momento del ciclo en el que nos encontramos, los gestores han optado por tener una aproximación más defensiva a los mercados, optando por tener duraciones más reducidas en la parte de renta fija ante temores de subidas de tipos y mantener menor exposición neta al activo renta variable por el miedo a caídas de cierta cuantía (primera semana de febrero y la última semana como ejemplos).
Fondos mixtos, una categoría muy amplia y heterogénea
Los fondos mixtos, son una categoría en la que la dispersión tanto de los rendimientos como los riesgos es elevada. Dentro de los mismos, podemos ver diferentes opciones según el perfil del inversor y sus necesidades, si bien suelen ser buenas alternativas para momentos como los actuales, donde la flexibilidad de los gestores nos ayuda a graduar la beta y el riesgo en las carteras. Las pérdidas máximas suelen estar controladas y suelen ser buenos mezcladores de carteras.
La diversificación en esta categoría tiene sentido y es la mejor herramienta para minimizar el riesgo gestor. Los fondos mixtos son un buen complemento para nuestras carteras, puesto que permiten delegar una parte del asset allocation (exposición a renta variable, divisas, etc.), tomar posiciones tácticas o invertir en activos que tal vez no solemos utilizar (MBS, loans, etc.) utilizando para ello equipos gestores con probado track record y reconocido prestigio. En el largo plazo, los resultados de este tipo de carteras combinando varios gestores de fondos mixtos suelen mostrar una sólida
consistencia añadiendo valor y alpha a las carteras.