Accede a nuestro Informe de estrategia semanal completo en Slideshare
En las últimas semanas estamos detectando opciones de inversión para jugar el buen momento de la economía europea a través de compañías locales. Telecom Italia es una buena idea dentro del espectro de empresas europeas con sesgo en sus ventas hacia el Viejo Continente. El 77% de las mismas se realizan en Italia, mientras que el resto proviene de Brasil.
Ha sufrido en los últimos años elevadas inversiones, con apalancamiento financiero y operativo elevado. Pérdida de eficiencia, escenario deflacionista que ha llevado a precios menguados y ventas a la baja, lo que obligó a las compañías de telecomunicaciones a eliminar o reducir dividendos y a ser el peor sector de 2017. Ahora, apoyándonos en la mejora del ciclo, la subida de precios y el clima más tranquilo a nivel político, hemos vuelto a mirar hacia el sector.
Telecom Italia está cotizando por encima de medias de 10 años, pero lejos de los niveles alcanzados en 2015. Con un EV/Ebitda de poco más de 5x, se trata de uno de los más bajos del sector
Entre los problemas de la compañía está el elevado nivel de deuda, de los más altos del sector, así como el capex (al final gasto en inversión) que le ha obligado a prescindir del dividendo. Frente a este problema, vemos que este año su crecimiento será superior en ventas y Ebitda. Tras un primer buen trimestre con un crecimiento en Italia sólido y con un capex contenido, parece que ambos factores pueden mejorar. Si esto es así, el cash flow operativo mejorará y permitirá generar un Cash flow libre que, según consenso, será superior al 10% sobre su actual capitalización.
Otra de las cuestiones a resolver es la falta de eficiencia, lo que hace que en los últimos años su rentabilidad haya estado por debajo del coste de capital. Con unos márgenes que son superiores a los del sector, es el retorno sobre activos el que ha estado sufriendo. La mejora de las ventas (como ya ha ocurrido en Q1) debería permitir una mayor rotación de activos. El resto lo debería aportar su apalancamiento operativo y financiero.
Con una valoración muy baja (atractiva?) pensamos que podemos estar ante una idea interesante a retomar tras muchos años.