/ El equipo del Presidente, como Secretario del Tesoro, Bessent, moderado en la visión de las cuentas públicas (propone objetivo déficit del 3%/PIB en 2028), y en la imposición de aranceles (partidario de implementación gradual). Fuera de las designaciones directas, Tribunal Supremo como freno/filtro para muchas de las medidas prometidas.

/ Trump arranca ya el “America First” con anuncios de 25% de aranceles sobre todas las importaciones desde México
y Canadá, y un 10% sobre las procedentes de China, supeditados a fin exportación de algunas drogas o a la
inmigración ilegal. ¿Herramienta de negociación?

/ Impacto negativo, innegable, para Europa, China, México…Al menos en el corto plazo. En el medio, otras cuestiones entran en juego (competitividad relativa frente a otras zonas, la apreciación del dólar), algunas de las cuales compensarían el efecto de los aranceles en el siguiente año/dos años.

/ Algunos estiman que la incertidumbre comercial en Europa en 2018-2019 pudo haber restado un 0,5% al PIB de la eurozona en ese periodo. Ahora, podría recortar entre un 0,15% y un 0,75% al PIB 2025-2026. Es cierto que, a nivel global, el arancel medio aplicado por Estados Unidos es menor que el aplicado por sus socios (3% vs. 6,5%).

/ Aproximación maximalista que bien podría ser más un punto de partida, una herramienta de negociación más que una intención final. Aranceles que muchos esperan que contarán con el “límite” de no dañar económica o políticamente a Estados Unidos. Probable límite, por ejemplo, desde las importaciones de mayor valor añadido.

/ Pero también existe el riesgo de que los aranceles lleven a una rápida intensificación de la desglobalización, habida cuenta de lo interrelacionadas e integradas que están muchas de las cadenas de producción.

/ A corto plazo, no todas las importaciones pueden ser reemplazadas, particularmente las materias primas, los productos intermedios especializados, lo que hará subir los precios. Incluso en los supuestos en los que Estados Unidos pueda suplir esa fabricación, sus productos serán más caros que los importados, alimentando también el IPC.

/ Pese a todo, expectativas de inflación que no se han movido sustancialmente, quizás cuestionando la implementación total de la agenda de Trump con nombramientos de corte pragmático que evidencian cierta influencia de otras voces del partido, contrapeso para el Presidente. Según las medidas, inflación que podría volver a hacer acto de presencia hacia finales de 2025. Otra posibilidad es que, como en 2018-2019, las empresas asuman vía reducción de márgenes mayores costes de producción para evitar trasladarlos al consumidor final.

/ Con impactos positivos desde los beneficios empresariales, al sentimiento (por ejemplo vía continuidad de los beneficios fiscales para las familias), apoyos varios para el PIB. En negativo, alimento para un endeudamiento público elevado, y que se considera el mayor riesgo para la estabilidad financiera del país. Trump, a través de Musk, pretende recortar el nivel de gasto federal, con un claro problema: “detrás de las partidas de gasto, hay senadores”, el nivel de gasto no discrecional es elevado (62% sin incluir los intereses de la deuda que alcanzarán en 2025 el 3,4% del PIB).