Acabo de conocer un primer indicador de dónde podría quedar fijado el precio que el nuevo cártel de consumidores (conformado por los países del G7) estaría dispuesto a pagar por el crudo ruso. Una encuesta de Platts realizada a un grupo importante de refinerías e industriales relacionados con el sector, desvela que estos agentes anticipan que el límite de precio planeado por el G7 será de alrededor 48-55 dólares por barril, lo que representaría un descuento de cerca de 40 dólares por barril con respecto a los precios actuales.
Los representantes del G7 se reunirán en las próximas semanas para determinar el nivel para el límite a pagar por cada barril ruso (CAP), que se espera que entre en vigor en diciembre. Por supuesto existe una expectativa limitada de que Rusia fijará el precio de venta de acuerdo con el tope. Sin embargo, ya hemos sabido que las refinerías asiáticas podrían usar ese CAP límite fijado por el G7 como punto de referencia para ayudar a negociar grandes descuentos en adelante con Rusia.
Sea como fuere, esto podría dar lugar a caídas adicionales en el precio del crudo, que podría situarnos en la zona de los 70 dólares por barril (o incluso por debajo), y también del gas, a nivel global. Lo que no dejan de ser buenas noticias.
Economista Jefe Global de Andbank